Porque a veces nos apetece relajarnos y desconectar del ritmo diario frenético y no siempre podemos acudir a un especialista, Por ello, Esther Comellas, terapeuta responsable del Espacio de Belleza y Bienestar del Institut Dra. Natalia Ribé, nos explica las claves para que un masaje sea una experiencia única.
La posición es claveHay que estar cómodos para poder relajar el cuerpo y la mente. Algo muy importante, diríamos que esencial, pero que a veces no siempre cumplimos por diferentes motivos. No se puede hacer de cualquier manera.
Cuidar todos los sentidosLa temperatura de la estancia en el que se realice o reciba el masaje tiene que ser óptima. Que no se pase ni frío ni calor, para que la experiencia sea de lo más agradable. Todos los sentidos juegan un papel importante, a la hora de dar un masaje. La luz debe ser tenue para estimular la relajación sensorial. Es importante que no haya ruidos molestos, y en el caso que se ponga música, que sea adecuada para la situación. Podemos estimular los sentidos con olores agradables o neutros, pero en ningún caso demasiado fuertes.
Las manosLos terapeutas expertos en masajes, trabajan con sus manos. Es por ello, que el cuidado de ellas es esencial. Las manos que realizan un masaje deben ser suaves. Las uñas deben ser cortas y antes de empezar, deben tener la temperatura adecuada.
Los productosNo menos importante es la elección del producto con el que dar el masaje. Hoy en día el abanico es ¡extensísimo! por lo que dependerá del gusto del consumidor… Existen todo tipo de aceites, cremas, bálsamos, … Y con una amplia variedad de texturas y olores.
Tener claro el objetivo.Evidentemente, dependerá de lo que queramos conseguir. No es lo mismo un masaje enérgico, en el que conseguiremos una relajación más vital, que un masaje pausado, en el que el resultado es más hipnótico. Lo mismo sucede en cuanto a la presión con que se realiza, un aspecto en el que también hay que tener en cuenta el gusto de la persona que lo recibe.